Capítulo 7. Más diatribas contra Israel.

Debemos recordar que cuando leemos Ezequiel es como leer un libro de sermones. Los sermones sobre el mismo tema pueden ser repetitivos. Pero la repetitividad es una característica de los escritos antiguos. Aunque habiendo dicho todo esto debemos recordar que Ezequiel no solo estaba predicando sermones sino que estaba trayendo una revelación de Dios. El mismo tema continúa. Jerusalén debe ser destruida. En lugar de ser inviolable, quedaría desolado.

Nunca debemos presumir de Dios. El mensaje tuvo que repetirse porque no lo creerían. Pero la repetición fue para que cuando sucediera supieran que Yahvé mismo lo había determinado todo el tiempo.

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