Y José hizo un juramento a los hijos de Israel, diciendo: "Dios ciertamente los visitará y ustedes llevarán mis huesos de aquí".

José está tan seguro de que regresarán a Canaán que hace que sus hermanos y sus hijos, los 'hijos' de Israel, su padre, juren que se llevarán sus huesos con ellos cuando se vayan. Anhela que su lugar de descanso final sea en la tierra del pacto, la tierra prometida. También afirma su firme creencia en ese pacto que ha sido su pilar durante toda su vida, incluso en las cortes de Egipto.

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