Este Salmo comienza con una súplica ferviente y termina con el conocimiento triunfal de la salvación de Dios y velar por el mismo Salmista y Su pueblo.

Debemos notar que, como en Salmo 26:4 el salmista está nuevamente preocupado por la compañía que mantiene ( Salmo 28:3 ). Esto debería actuar como una advertencia para nosotros de que si nos mantenemos en compañía del Señor, no podemos hacerlo también con aquellos que se le oponen. Porque Dios tomará nota de la sociedad que mantenemos.

El salmo se divide claramente en cuatro.

1). El salmista pide sinceramente a Dios que escuche su oración (1-3). 2). Ora para que no se le cuente entre los que se desvían por sus propios caminos (3-5). 3). Se regocija porque sabe que YHWH lo ha escuchado y será su fuerza ( Salmo 28:6 ) 4). Finalmente se regocija porque sabe que YHWH también será el protector de todo Su pueblo ( Salmo 28:8 ).

Bóveda.

'Salmo de David'.

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