Job 29-31. Respuesta de Job a Zofar. Resume todo su caso, terminando con una apelación a Dios. En Job 29 examina sus días felices anteriores, en Job 30 su miseria actual. Job 31 es su gran juramento de limpieza: Job protesta solemnemente por su inocencia e invita a Dios a juzgar su caso. En Job 30:21 Job casi regresa a su antiguo sentimiento contra Dios.

Desde Job 19:25 f. se ha alejado de su gran convicción de que Dios finalmente lo enderezará, para enfrentar el problema general de la Providencia, y ha llegado a la terrible conclusión de que no existe una ley moral en el universo. Por lo tanto, regresa al punto en el que comenzó y exige que Dios aclare las cosas aquí y ahora.

Para el poeta era necesario que Job presentara así su caso para prepararse para la revelación divina que es la respuesta al problema de la Providencia. Él permite que Job obtenga la victoria de la fe y luego vuelva a perder terreno, a fin de plantear el problema más amplio y abordarlo.

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