Hechos 11:24

Coherencia de los afectos humanos y divinos.

I. No se da ningún indicio de que Bernabé actuó de otra manera que bien y sabiamente en el curso que siguió con referencia a Juan Marcos. Se le declara haber sido "un buen hombre, lleno del Espíritu Santo y de fe", y se dice que San Pablo reconoció después de muchos años la excelencia y la utilidad del joven discípulo cuya inconstancia lo había ofendido al principio tan profundamente. .

Se puede preguntar qué lección o inferencia podemos sacar de esta narrativa. Y respondo enseguida que de él deducimos la compatibilidad de los deberes celestiales con los terrenales y la coherencia de los afectos humanos con los divinos. Aquí se nos presenta el ejemplo de un buen hombre, y lo vemos insistir en reconciliar las altas responsabilidades de su orden apostólico con las demandas que surgen de los lazos de parentesco su afecto natural por el hijo de su hermana.

Era lamentable, sin duda, que cualquier cosa que hubiera hecho ese joven hubiera provocado una fuerte contención; pero sabemos por la secuela de la sagrada historia que fue Pablo quien juzgó con excesiva severidad, no Bernabé quien actuó con indebida indulgencia. Aquí, entonces, se nos presenta la coherencia de los afectos humanos con los divinos.

II. Tal enseñanza debería traer algo de consuelo a seres como nosotros. Dios nos ha puesto en este mundo y nos ha hecho lo que somos. Es Él quien nos ha rodeado de tan curiosa y complicada red de relaciones, deberes, lazos. Y es increíble que estos deban ser considerados a la luz de los instrumentos de nuestra ruina, trampas y trampas en nuestro camino. Más bien como métodos de prueba y ayuda a nuestra perfección, cada uno de ellos debería ser bienvenido, sopesado y tratado. Porque es cierto que hay lugar tanto para los reclamos de amistad como para los lazos de sangre, por un lado; por el servicio de Dios y el debido respeto por su honor y gloria en el otro.

JW Burgon, Noventa y un sermones cortos, n. ° 58.

Referencias: Hechos 11:24 . Revista homilética, vol. VIP. 338; JA Picton, Christian World Pulpit, vol. xviii., pág. 273; Mensual del predicador. vol. v., pág. 305. Hechos 11:26 . Ibíd., Vol. x., pág. 321; Homiletic Quarterly, vol.

ii., pág. 236; Iglesia RW, Christian World Pulpit, vol. xxviii., pág. 163; ver también Disciplina del carácter cristiano. Hechos 11:29 . J. Edmunds, Sixty Sermons, pág. 480. Hechos 12:1 . T. Gasquoine, Christian World Pulpit, vol.

vii., pág. 364; J. Keble, Sermones para los días de los santos, pág. 314. Hechos 12:1 . Homiletic Quarterly, vol. i., pág. 136. Hechos 12:12 . G. Brooks, Quinientos contornos, pág. 218; J. Keble, Sermones para los días de los santos, pág. 214.

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