Salmo 103:9 , Salmo 103:13

I. En la mente de los salmistas no había nada contradictorio entre la fe en Dios como Juez justo y la fe en Dios como paciente y benigno. No pensaban en Dios dividido entre su sentido de la justicia y su amor por la misericordia, porque entendían que la misericordia nunca se olvidaba en sus juicios. Sintieron que Sus juicios eran las misericordias más verdaderas tanto para ellos mismos como para el mundo en general. Tan profunda era su convicción de la bienaventuranza de los juicios de Dios que algunos de sus momentos más alegres son aquellos en los que proclaman que Dios viene a juzgar al mundo con justicia.

II. El texto muestra el carácter paternal de Dios. Él es nuestro Padre porque nos creó y nos preserva; Él es nuestro Padre porque nos gobierna con la disciplina severa pero amorosa de Su justo juicio; Él es nuestro Padre porque está lleno de amor y perdón, y de tierna y paternal compasión, conoce nuestro cuerpo y recuerda que somos polvo.

III. He aquí, pues, una prueba de la fuente divina de donde vinieron las inspiraciones de los salmistas. Conocían a Dios como su Padre porque el Espíritu de adopción les hablaba al corazón.

G. Forbes, La Voz de Dios en los Salmos, p. 149.

Referencias: Salmo 103:11 . Sermones para domingos, festivales y ayunos, primera serie, pág. 292. Salmo 103:12 . Spurgeon, Sermons, vol. xix., No. 1108.

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