Salmo 142:7

7 Saca mi alma de la prisión para que alabe tu nombre. Los justos me rodearán porque me colmarás de bien.

Salmo 142:7

I. Considere lo que debe entenderse por "el alma en prisión". Las ideas sugeridas por la palabra "prisión" son las siguientes: privación de libertad, restricción severa y lúgubre y exclusión de todas las fuentes de comodidad y disfrute mundanos. También podemos decir que suele asociarse a ella la idea de degradación e infamia. El texto nos lleva a conectar estas ideas con ciertos estados del alma, o ciertas experiencias por las que a veces puede tener que pasar.

(1) Esta expresión es válida para la condición espiritual de aquellos que todavía están sin Cristo y, por lo tanto, no renovados. (2) Esta expresión es válida con respecto a los creyentes cuando, habiendo ganado por un tiempo el egoísmo o la mundanalidad, pierden ese consuelo sensible y el disfrute que alguna vez tuvieron en la religión, y se sienten sumergidos en la oscuridad. (3) Esta expresión es válida especialmente en el caso de aquellos que, por el descuido de la vigilancia, son traicionados para cometer pecados que hieren la conciencia y, por lo tanto, destruyen la paz, el consuelo y la libertad del alma.

(4) La expresión se puede aplicar al caso de aquellos que por su peculiar temperamento mental, y quizás en parte por otras causas, habitualmente tienen una visión lúgubre de su propio estado espiritual y, por lo tanto, son ajenos a toda paz y alegría al creer.

II. Note algunas cosas relacionadas con la liberación. (1) Lo logra el Señor Jesucristo. (2) La liberación del inconverso y del creyente se realiza de la misma manera.

III. Note los efectos de la liberación. "Para alabar tu nombre", siendo la alabanza de Dios no solo la atribución devota y sincera de gracias a Él como el Dador de todo bien, sino el empleo fiel de todas las bendiciones que Él ha otorgado, ya sean temporales o espirituales, por los fines para los que los ha dado; es decir, generalmente para el avance de Su gloria. Hay una lección obvia para aquellos cuya alma ha sido sacada de la cárcel.

El Señor, que te ha visitado con gracia, te exige ahora el sacrificio de alabanza. Él tiene una gran obra que realizar en este mundo y, al desatar tus ataduras, te ha preparado para participar en él.

AD Davidson, Lectures and Sermons, pág. 365.

Referencia: Salmo 143:5 . TR Stevenson, Christian World Pulpit, vol. iv., pág. 300.

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