Salmo 20:1

I. El Dios de Jacob nos dice, por el mismo nombre, que Él es un Dios que no es disuadido por una gran transgresión, o por una gran propensión a la transgresión, de constituirse Él mismo en el Guía de nuestra vida de peregrino.

II. El Dios de Jacob debe ser un Dios que pueda soportar infligir un castigo muy severo a Sus hijos y entrenar a Sus peregrinos en una escuela de disciplina muy dura y aguda, sin perder el nombre de su Dios misericordioso y amoroso. Este pensamiento tiene dos sugerencias. (1) Expone la minuciosidad del método Divino. (2) Que el nombre del Dios de Jacob te asegure que no hay ningún extremo en el que tengas derecho a clamar: "El Señor me ha desamparado, mi Dios se ha olvidado de mí".

III. El Dios de Jacob es el Dios que llevará a los peregrinos a casa.

J. Baldwin Brown, The Sunday Afternoon, pág. 45 (ver también p. 35).

Referencias: Salmo 20:1 J. Irons, Thursday Penny Pulpit, vol. vii., pág. 1; JM Neale, Sermones sobre pasajes de los Salmos, p. 9. Salmo 20:1 ; Salmo 20:2 .

Preacher's Monthly, vol. ii., pág. 414. Salmo 20:2 . WM Taylor, Esquemas del Antiguo Testamento, pág. 102. Salmo 20:5 . Revista homilética, vol. VIP. dieciséis; D. Burns, Christian World Pulpit, vol. xiii., pág. 81.

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