Salmo 85:6

I. Como cristianos individuales y como iglesias de Jesucristo, debemos ser muy claros en nuestros fundamentos doctrinales. Comenzando con la doctrina del pecado, esforcémonos por el punto de vista de Dios. De un verdadero conocimiento del pecado vendrá un verdadero aprecio de Jesucristo como el Salvador. Si nos aferramos firmemente a estos dos puntos, la pecaminosidad del pecado y la obra de Jesucristo, llegaremos a saber lo que significa el resplandor de la piedad.

II. Debemos tener un ministerio público que sea fiel al espíritu y las demandas de Jesucristo. Todos los ministros cristianos están llamados a ser fieles a Jesucristo en la búsqueda de la salvación de los hombres. Tenemos un gran trabajo positivo que hacer. Tenemos verdades afirmativas para enseñar. Tenemos que echar fuera demonios, no por controversia, sino por verdades autorizadas y reveladas divinamente.

III. Hay un rasgo en nuestra vida cristiana pública que debería resaltarse más plenamente: el testimonio individual en nombre de Jesucristo.

Parker, City Temple, 1870, pág. 25.

Referencia: Salmo 85:6 . Preacher's Monthly, vol. iii., pág. 357.

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