Salmo 9:10

10 En ti confiarán los que conocen tu nombre pues tú, oh SEÑOR, no abandonaste a los que te buscaron.

LOS QUE CONOCEN A DIOS, CONFÍAN EN EL

"Los que conocen tu nombre, confiarán en ti".

Salmo 9:10

I. Cristo, en la oración registrada en San Juan 17, dice: "He manifestado tu nombre a los hombres que me diste". Y además, 'Les he dado a conocer tu nombre, y lo declararé'. La manifestación del nombre de Dios es la manifestación de Dios. Los que conocen su nombre, lo conocen y confían en él. El conocimiento y la fe están en alianza inseparable. La incredulidad y la ignorancia van juntas.

II. ¿Se lamenta por su falta de fe? —Lamento su falta de conocimiento. Miren a Emanuel, Dios manifestado en carne. Recuerda Su bondad para con los hijos de los hombres, Sus sacrificios de gloria, felicidad, poder, descanso, reputación, libertad, salud y vida; recuerda lo que Él ha sido para ti individualmente; mírelo a través de sus promesas, invitaciones y predicciones, y confíe en él .

III. Cuando alguien te niega su confianza, dices: "No me conoce". —La implicación del texto es que hay todo lo atractivo en el carácter de Dios. Es imposible conocerlo sin sentirnos atraídos a depositar toda la confianza en Él y a encomendarle todos nuestros intereses. Conocerlo es conocer en Él a alguien que está dispuesto a emplear sabiduría, conocimiento, poder y riqueza infinitos en la mayor promoción posible de nuestros intereses. Conocerlo es saber que sin Él no somos nada, como hombres muertos con respecto a toda verdadera excelencia.

Ilustración

Este es el primero de los salmos acrósticos en hebreo. Es bueno dar gracias a Dios en todo momento, pero no pocas veces el torrente de alabanza por alguna maravillosa interposición barre el dique de la reserva ordinaria. Era como si el salmista hubiera visto a los enemigos, que se habían reunido alrededor de su vida, escaparse y huir sin ninguna razón obvia sino porque se enfrentaron a la Presencia Divina.

Su derrocamiento fue tan pronunciado que su nombre fue borrado y el enemigo llegó a un fin perpetuo. Dios ha hecho esto con tanta frecuencia que por nuestra propia experiencia podemos pedirle a todos los oprimidos que se consuelen. Para todos los que huyan a él en tiempos de angustia, Dios será una torre alta; sólo aprendamos Su nombre, Su carácter, entonces la confianza se elevará fácil y naturalmente, y de la confianza pasaremos a la alabanza y la declaración de Sus grandes obras. '

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