EL LIBRO DE HABAKKUK.

HABAKKUK desciende a nosotros como Melquisedec, sin padre ni madre ni descendencia. Su nombre denota un luchador, un luchador. Las opiniones de los judíos son, que él profetizó en el tiempo de Manasés, de la maldad de cuyo reinado se cree que habla, como en Zacarías 1:3 . Otros sitúan el tiempo de sus labores después de la caída de Nínive, que sucedió en el año veintinueve del rey Josías, porque dice: He aquí, levanto contra ti a los caldeos, cuyo poder sucedió al de los asirios.

Pero, como esos dos nombres están muy mezclados en la historia, las inferencias no son concluyentes. Epifanio dice que profetizó después de Nahum, y un poco antes, o más bien fue contemporáneo de Sofonías. Agrega, y sin duda de algunas autoridades, que era de la tribu de Simeón y natural de Bethzacar. Como profeta predijo, al unísono con sus predecesores, la invasión de los caldeos, la caída de Jerusalén, el derrocamiento final de sus enemigos y la liberación de los judíos por Ciro. En el tercer capítulo, el más sublime de los himnos, bajo la figura de la emancipación de Egipto, predijo nuestra redención por Cristo y la gloria que vendría después.

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