Las genealogías aquí trabajan bajo las dificultades habituales que surgen de la variación de la ortografía o de la omisión de un nombre. Se supone que los cinco o seis nombres omitidos aquí de los que bajaron a Egipto murieron sin descendencia o cambiaron de nombre. Ard se omite en hebreo, pero en inglés se incluye en cursiva. Jezer, Josué 17:2 ; y Shuham se llama Hushim.

Génesis 46:23 . Las familias a veces persisten obstinadamente en variar la ortografía de sus nombres. Esta consideración, teniendo en cuenta que los hombres solían tener dos nombres y que a los nietos de un patriarca con frecuencia se les llamaba sus hijos, debería comprobar la severidad del escrutinio con respecto a las genealogías en los escritos sagrados.

Números 26:11 . Los hijos de Coré no murieron. La ley divina es indulgente; no cortó la herencia a los hijos de los tres rebeldes.

Números 26:53 . A éstos se les repartirá la tierra. ¡Qué fe: dividir la tierra antes de conquistarla! Señor, aumenta nuestra fe.

REFLEXIONES.

De esta encuesta de la gente vemos, ( 1) La fidelidad de Dios a su promesa. Génesis 15 . Hizo la simiente de Isaac y Jacob como el polvo de la tierra.

(2) Vemos el cuidado de la providencia sobre su pueblo. Dios no solo registra sus nombres y familias, sino que cuenta los cabellos de sus cabezas.

(3) La primera enumeración fue al salir de Egipto, por pagar el medio siclo para la construcción del tabernáculo, porque cada hombre en la iglesia debe hacer su parte; ahora están contados, para que Dios los pague de nuevo mediante una herencia familiar en la tierra prometida. Que el Señor registre también nuestros nombres en el libro de la vida, como herencia entre todos los santificados.

(4) En esta encuesta vemos más lejos, el gran desperdicio de toda carne, y la brevedad e incertidumbre de la vida. Todos los hombres que tenían más de veinte años al salir de Egipto ya estaban muertos, excepto Caleb y Josué, cuya fe prolongó sus vidas; y Moisés, que estaba a punto de ver la tierra y morir. La vida, corta e incierta en sí misma, lamentablemente se acorta mucho a causa del pecado.

(5) Aunque la providencia castigó a los padres rebeldes, no obstante extendió su cuidado a los hijos. A pesar de todas las dificultades del desierto y de todas las tremendas visitaciones de Dios, el número total de hombres no fue menos de dos mil que cuando dejaron la tierra de Gosén. Seguramente Dios había sido un padre para el pueblo y nunca había perdido de vista ni por un momento el cuidado de su pacto.

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