Para luchar: por una causa justa y por tu orden o comisión. Orará - Por lo cual les instruye, que no deben confiar, ni en la fuerza ni en la justicia de sus brazos, sino sólo en la ayuda y bendición de Dios. Escogido - Para tu morada - y la sede de tu templo. Hacia la casa - Porque hacia ella debían volver el rostro en oración; profesarse adoradores del Dios verdadero, en oposición a los ídolos; y para fortalecer su fe en las promesas y el pacto de Dios, cuyas tablas estaban contenidas en esa casa.

Los soldados en el campo no deben pensar lo suficiente que otros oren por ellos: deben orar por ellos mismos. Y aquí se les anima a esperar una respuesta amable. La oración siempre debe acompañar a la lucha.

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