El velo: el velo interior delante del lugar santísimo. Esto denotaba la oscuridad de esa dispensación y la distancia a la que se mantenía a los adoradores. Pero a la muerte de Cristo este velo se rasgó; porque a través de él nos acercamos y tenemos audacia o libertad, no sólo para mirar, sino para entrar en el lugar santísimo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad