Y he aquí tres hombres: estos tres hombres eran tres seres espirituales celestiales, que ahora asumían formas humanas, para que pudieran ser visibles a Abraham y conversar con él. Algunos piensan que fueron los tres ángeles creados; otros, que uno de ellos era el Hijo de Dios. Se inclinó hacia el suelo: la religión no destruye, sino que mejora los buenos modales y nos enseña a honrar a todos los hombres.

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