El fuego de Dios - Como el trueno es la voz de Dios, así el relámpago es su fuego. ¡Cuán terribles fueron las noticias de esta destrucción, que vino inmediatamente de la mano de Dios! Y parecía mostrar que Dios estaba enojado por sus mismas ofrendas, y no recibiría más de sus manos.

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