De tu boca - Es decir, lo leerás constantemente, y de vez en cuando el discurso de él y la sentencia que salga de tu boca, se darán en todas las cosas de acuerdo con esta regla. Día y noche: es decir, estudia con diligencia y, en todas las ocasiones, considera cuál es la voluntad de Dios y tu deber. La grandeza de tu lugar y de tus empleos no te impedirá este trabajo, porque esta es la única regla de todas tus acciones privadas y administraciones públicas.

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