Josué llamó: ya sea a su propia ciudad, o más bien a Silo, el lugar habitual de tales asambleas, donde es probable que sus palabras pronunciadas ante el Señor tengan más efecto sobre ellos. Todo Israel: no todo el pueblo en sus propias personas, sino en sus representantes, por sus ancianos, jefes, jueces y oficiales. Probablemente aprovechó la oportunidad, de una de las tres grandes fiestas. No me dejará mucho tiempo para predicarle; por tanto, observen lo que digo, y guárdenlo para el tiempo venidero.

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