Adhiérete al Señor: mediante la obediencia constante, el afecto completo, el servicio fiel y la adoración solo a él. Hasta el día de hoy - A saber, desde que llegaste a Canaán; desde entonces el cuerpo del pueblo (porque de ellos habla, no de cada persona en particular) se había comportado mucho mejor que en el desierto, y no había sido culpable de ninguna apostasía general y grosera de Dios, o rebelión contra él.

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