Los huesos de José: José murió doscientos años antes en Egipto, pero dio mandamiento acerca de sus huesos, que no reposaran en un sepulcro hasta que Israel descansara en la tierra prometida. Ahora, pues, fueron depositados en ese terreno que su padre le dio cerca de Siquem. Una razón por la que Josué llamó a todo Israel a Siquem, podría ser para llevar los huesos de José a la tumba. De modo que ahora pronunció tanto el sermón fúnebre de José como su propio sermón de despedida.

Y si fue en el último año de su vida, la ocasión bien podría recordarle su propia muerte ahora a la mano. Porque tenía la misma edad que su ilustre antepasado, que murió a los ciento diez años, Génesis 50:26 .

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