Delante del Señor: no en el tabernáculo, que no era capaz de que tantas personas ofrecieran incienso individualmente, sino en la puerta del tabernáculo, donde podrían ofrecerlo por la dirección de Moisés en esta ocasión extraordinaria. Este trabajo no se podía hacer en ese lugar, que era el único permitido para la ofrenda de incienso; no solo por su pequeñez, sino también porque nadie más que sacerdotes podía entrar para hacer este trabajo. Aquí también la gente, que iba a ser instruida por este experimento, podría ver la prueba y el éxito del mismo.

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