Tus ofrendas: no solo de tus diezmos, sino de las demás ofrendas que recibes del pueblo y de los campos que pertenecerán a tus ciudades. Oferta - Al sacerdote. Tantos dones, tantas ofrendas elevadas; de cada uno de ellos reservarás una parte para el sacerdote. La parte santificada - la décima parte, que era la parte o proporción que Dios santificó o santificó para sí mismo como su porción apropiada.

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