Contaréis: cada parte y cada paquete se pondrá en un inventario; que se requiere aquí y no en los detalles anteriores; porque eran mucho más numerosos que los primeros; porque siendo cosas más malas, de otra manera podrían haber sido descuidadas; y también para enseñarnos, que Dios no estima nada pequeño en su servicio, y que espera que su voluntad se observe en las circunstancias más ínfimas.

La muerte de los santos nos representa el derribo del tabernáculo. El alma inmortal, como las cosas más santas, primero es cubierta y llevada por ángeles sin ser vista, y también se cuida el cuerpo, la piel y la carne, que son como cortinas, los huesos y tendones, que son como las barras y pilares. Ninguno de estos se perderá. Se da un mandamiento acerca de los huesos, un pacto hecho con el polvo. Están en custodia segura y serán entregados en el gran día, cuando este tabernáculo se establezca de nuevo, y estos cuerpos viles serán hechos como el cuerpo glorioso de Jesucristo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad