Epístola de Cipriano LIV

También posteriormente, en los Hechos de los Apóstoles, el bienaventurado Apóstol Pablo, cuando se le dice: "¿Injurias al sacerdote de Dios?"[21]

Epístola de Cipriano LXIV

Acordándose de estos preceptos, el bienaventurado apóstol Pablo, según leemos en los Hechos de los Apóstoles, cuando se le dijo: ¿Injurias así al sumo sacerdote de Dios?, respondió y dijo: No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote, porque escrito está: No hablarás mal del príncipe de tu pueblo.”[8]

Epístola de Cipriano LXVIII

¿Eres el sumo sacerdote de Dios? "Nada reprochó al sacerdote, cuando podría haberse alzado con denuedo contra los que habían crucificado al Señor, y que ya habían sacrificado a Dios y a Cristo, el templo y el sacerdocio; pero aunque en sacerdotes falsos y degradados, considerando todavía la mera sombra vacía del nombre sacerdotal, dijo: "No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: No hablarás mal del príncipe de tu pueblo.”[9]

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