Ireneo contra las herejías Libro IV

La unión de Dios y el hombre se efectuó según el beneplácito del Padre, prediciendo la Palabra de Dios desde el principio que Dios sería visto por los hombres, y conversaría con ellos en la tierra, consultaría con ellos y estaría presente con ellos. su propia creación, salvándola y haciéndose capaz de ser percibida por ella, y liberándonos de las manos de todos los que nos aborrecen, es decir, de todo espíritu de maldad; y haciéndonos servirle en santidad y justicia todos nuestros días,[278]

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