Y hubo contienda entre los pastores.

Los criados de cada cacique, celosos del interés de su amo, buscarían las provisiones de agua y los mejores pastos, para el ganado que tenían a su cargo. Los intereses en conflicto producirían colisiones, y llegaron a las manos.

Y el cananeo y el ferezeo estaban entonces en la tierra.

Esta declaración se hace para que el peligro que causaría la contienda sea evidente. Era necesario que los dos parientes estuvieran unidos y fuertes, para que no fueran atacados por los habitantes medio salvajes. Los habitantes del país, en esa época, no eran numerosos, y en circunstancias ordinarias no se atreverían a molestar a caudillos tan poderosos como Abraham y Lot.

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