Verso 1. Ahora se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la Pascua. 2. Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo matarlo; porque temían al pueblo.

CHRYS. Las acciones de los judíos eran una sombra de las nuestras. Por tanto, si preguntas a un judío acerca de la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura, no te dirá nada trascendental, mencionando la liberación de Egipto; considerando que si un hombre me preguntara, no escucharía de Egipto o Faraón, sino de la libertad del pecado y la oscuridad de Satanás, no por Moisés, sino por el Hijo de Dios;

BRILLO. Cuya Pasión, el evangelista, estando a punto de relatar, introduce la figura de ella, diciendo: Ahora se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la Pascua.

BEDA; Ahora bien, la Pascua, que en hebreo se llama "Fase", no se llama así por la Pasión, sino por el paso, porque el ángel destructor, al ver la sangre en las puertas de los israelitas, pasó por encima de ellos y no tocó sus Primogénito. O el Señor mismo, dando asistencia a Su pueblo, caminó sobre ellos. Pero aquí está la diferencia entre la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura, que por Pascua se entiende sólo el día en que el cordero fue inmolado hacia la tarde, es decir, el día catorce del primer mes, pero el día quince , cuando los israelitas salieron de Egipto, siguió la fiesta de los panes sin levadura durante siete días, hasta el veintiuno del mismo mes.

De ahí que los escritores del Evangelio sustituyan indiferentemente uno por el otro. Como aquí se dice, El día de los panes sin levadura, que se llama la Pascua. Pero se representa por un misterio, que Cristo, habiendo padecido una vez por nosotros, nos ha mandado durante todo el tiempo de este mundo, que es pasado en siete días, vivir en los panes sin levadura de la sinceridad y la verdad.

CHRYS. Los Sumos Sacerdotes cometieron su acto impío en la fiesta, como sigue, Y los Sumos Sacerdotes y Escribas, etc. Moisés ordenó a un solo sacerdote, a cuya muerte se nombraría otro. Pero en ese momento, cuando las costumbres judías habían comenzado a desvanecerse, se hacían muchas cada año. Estos, pues, queriendo matar a Jesús, no temen a Dios, no sea que en verdad el tiempo santo agrave la contaminación de su pecado, sino que en todas partes temen al hombre. De ahí se sigue, porque temían al pueblo.

BEDA; No es que temieran sedición, sino que temían que por la interferencia del pueblo Él fuera arrebatado de sus manos. Y Mateo informa que estas cosas sucedieron dos días antes de la Pascua, cuando estaban reunidos en el pretorio de Caifás.

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