Ver 1. Y levantándose toda la multitud de ellos, le llevaron ante Pilato. 2. Y empezaron a acusarle, diciendo: A este lo encontramos pervirtiendo a la nación, y prohibiendo dar tributo al César, diciendo que él mismo es Cristo Rey. 3. Y Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y él le respondió y dijo: Tú lo dices. 4. Entonces dijo Pilato a los principales sacerdotes y al pueblo: Ningún delito encuentro en este hombre. 5. Y eran más feroces, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda la Judería, comenzando desde Galilea hasta aquí. r

AGO. Lucas, después de haber terminado de relatar la negación de Pedro, recapituló todo lo que sucedió acerca de nuestro Señor durante la mañana, mencionando algunos detalles que los demás omitieron; y así ha compuesto su narración, dando un relato similar con el resto, cuando dice: Y toda la multitud se levantó, y lo llevaron ante Pilato, etc.

BEDA; Para que se cumpliese la palabra de Jesús que profetizó acerca de su propia muerte, será entregado a los gentiles, es decir, a los romanos. Porque Pilato era romano, y los romanos lo habían enviado como gobernador a Judea.

AGO. Luego relata lo que sucede ante Pilato, de la siguiente manera, Y comenzaron a acusarlo, diciendo: Encontramos a este individuo pervirtiendo a nuestra nación, etc. Mateo y Marcos no dan esto, aunque afirman que lo acusaron, pero Lucas ha expuesto los mismos cargos que presentaron falsamente contra Él.

TEOFILO. Más claramente se oponen a la verdad. Porque nuestro Señor estaba tan lejos de prohibir dar tributo, que mandó que se diera. ¿Cómo, pues, pervirtió al pueblo? ¿Fue para que pudiera tomar posesión del reino? Pero esto es increíble para todos, porque cuando toda la multitud quiso elegirlo por su rey, Él se dio cuenta y huyó.

BEDA; Ahora bien, habiéndose presentado dos cargos contra nuestro Señor, a saber, que prohibió pagar tributo a César, y se llamó a sí mismo Cristo Rey, puede ser que Pilato hubiera oído por casualidad lo que dijo nuestro Señor: Dad a César lo que está de César; y por lo tanto dejando de lado esta acusación como una mentira palpable de los judíos, creyó conveniente preguntar acerca de eso solo de lo que no sabía nada, el dicho sobre el reino; pues se sigue que Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos, etc.

TEOFILO. Me parece que le hizo esta pregunta a Cristo para burlarse del desenfreno o la hipocresía de la supuesta acusación. Como si dijera, tú, pobre hombre humilde y desnudo, sin nadie que te ayude, eres acusado de buscar un reino, para lo cual necesitarías muchos que te ayuden, y mucho dinero.

BEDA; Responde al gobernador con las mismas palabras que usó a los principales sacerdotes, para que Pilato sea condenado por su propia voz; porque sigue: Y él respondiendo, dijo: Tú dices.

TEOFILO. Ahora bien, no encontrando nada más para apoyar su calumnia, recurren a la ayuda del clamor, porque se sigue, y se enfurecieron más, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda la judería, comenzando desde Galilea hasta aquí. Como si dijeran: Pervierte al pueblo, no sólo en una parte, sino que partiendo de Galilea llega a este lugar, habiendo pasado por Judea. Pienso entonces que a propósito hicieron mención de Galilea, como deseosos de alarmar a Pilato, porque los galileos eran de otra secta y dados a la sedición, como, por ejemplo, Judas de Galilea que se menciona en los Hechos de los Apóstoles.

BEDA; Pero con estas palabras no lo acusan a Él, sino a sí mismos. Porque haber enseñado al pueblo, y al enseñar haberlo despertado de su ociosidad anterior, y haber hecho esto para haber pasado por toda la tierra prometida, era una evidencia no de pecado, sino de virtud.

Ambrosio; Nuestro Señor es acusado y calla, porque Él no necesita defensa. Que busquen defensa los que temen ser vencidos. No confirma entonces la acusación con su silencio, sino que la desprecia al no refutarla. ¿Por qué, entonces, debe temer quien no busca la seguridad? La Seguridad de todos los hombres pierde la Suya, para que Él pueda ganar la de todos.

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