Ver. 27. Y volvieron de nuevo a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, y los escribas, y los ancianos, 28. Y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad para hacer estas cosas? 29. Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y respóndanme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas.

30. El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? respóndeme. 31. Y discutían entre sí, diciendo: Si decimos: Del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 32. Pero si decimos: De los hombres, temían al pueblo: porque todos contaban a Juan, que en verdad era profeta. 33. Y respondiendo, dijeron a Jesús: No podemos decirlo. Y respondiendo Jesús, les dijo: Ni yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Teofilacto: Se enojaron con el Señor, por haber echado del templo a los que lo habían convertido en lugar de mercadería, y por eso se acercaron a Él, para interrogarlo y tentarlo.

Por lo cual se dice: "Y volvieron a Jerusalén; y mientras él andaba por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio autoridad para hacer estas cosas?

Como si dijeran: ¿Quién eres tú que haces estas cosas? ¿Te haces médico y te ordenas a ti mismo sumo sacerdote?

Beda: Y, en verdad, cuando dicen: "¿Con qué autoridad haces estas cosas?", dudan de que sea el poder de Dios, y quieren que se entienda que lo que hizo fue obra del diablo. Cuando añaden también: "¿Quién te dio esta autoridad?", evidentemente niegan que Él sea el Hijo de Dios, ya que creen que Él hace milagros, no por Su propio poder, sino por el poder de otro.

Teofilacto: Además, dijeron esto pensando en llevarlo a juicio, para que si decía, por mi propio poder, pudieran apoderarse de Él; pero si Él dijera, por el poder de otro, podrían hacer que la gente lo dejara, porque creían que Él era Dios. Pero el Señor les pregunta acerca de Juan, no sin razón, ni de manera sofisticada, sino porque Juan había dado testimonio de Él.

Por lo cual sigue: "Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y respóndanme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas. El bautismo de Juan, era del cielo, o de mí? Respóndeme.

Beda: El Señor ciertamente podría haber refutado las cavilaciones de sus tentadores con una respuesta directa, pero prudentemente les hace una pregunta, para que puedan ser condenados por su silencio o por su hablar, lo cual es evidente por lo que se agrega: "Y razonaron consigo mismos, diciendo: Si decimos: Del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?

Como si dijera: Aquel a quien confiesáis que tuvo su profecía del cielo, dio testimonio de mí, y vosotros habéis oído de él, con qué autoridad hago estas cosas. Continúa: "Pero si dijéramos, de los hombres, temían al pueblo".

Vieron entonces que cualquiera que respondiesen, caerían en un lazo; temiendo ser apedreados, temían aún más la confesión de la verdad. Por lo cual continúa: "Y respondiendo, dijeron a Jesús: No podemos decir".

Pseudo-Jerónimo: Envidiaron la Lámpara, y estaban en la oscuridad, por lo que se dice: "He ordenado una lámpara para mi ungido; a sus enemigos vestiré de vergüenza". [ Salmo 131:17-18 ]

Sigue: "Y respondiendo Jesús, les dice: Ni yo os digo con qué autoridad hago estas cosas".

Bede: Como si Él hubiera dicho, no te diré lo que sé, ya que no confesarás lo que sabes. Además, debemos observar que el conocimiento se oculta a los que lo buscan, principalmente por dos razones, a saber, cuando el que lo busca, o no tiene la capacidad suficiente para comprender lo que busca, o cuando por desprecio de la verdad, o por alguna razón. otra razón, es indigno de que se le abra lo que busca.

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