Ver 55. En esa misma hora dijo Jesús a las multitudes: ¿Como contra un ladrón con espadas y palos habéis salido para prenderme? Me senté con vosotros cada día en el templo, y no me pusisteis mano. 56. Pero todo esto aconteció para que se cumplieran las Escrituras de los profetas”. Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron. 57. Y los que habían prendido a Jesús lo llevaron a Caifás, el Sumo Sacerdote, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos. 58. Pero Pedro lo siguió de lejos hasta el palacio del Sumo Sacerdote, y entró y se sentó con los sirvientes, para ver el fin.

Orígenes: Habiendo mandado a Pedro que pusiera su espada, que era un ejemplo de paciencia, y habiendo (como escribe otro evangelista [nota marg.: Lucas 22:51]) curado la oreja que le habían cortado, que era un ejemplo de la mayor misericordia, y del poder divino, ahora se sigue: "En aquella hora dijo Jesús a las multitudes, (a fin de que si no podían recordar su pasada bondad, al menos confesaran su presente), ¿Habéis salido como contra un ladrón con espadas y palos para tomarme?"

Remig.: Tanto como para decir, Ladrones asaltan y estudian encubrimiento; No he herido a nadie, sino que he curado a muchos, y siempre he enseñado en vuestras sinagogas.

Jerónimo: Es una locura entonces buscar con espadas y palos a Aquel que se ofrece a Sí mismo en tus manos, y con un traidor cazar, como si estuviera al acecho al amparo de la noche, uno que está enseñando diariamente en el templo.

Cris.: No le echaron mano en el templo por miedo a la multitud, por eso también salió el Señor para darles lugar y oportunidad de prenderle. Esto les enseña entonces, que si Él no los hubiera sufrido por Su propia libre elección, nunca habrían tenido fuerza para tomarlo. Luego el evangelista señala la razón por la cual el Señor quiso ser tomado, y agrega: "Todo esto se hizo para que se cumplieran las Escrituras de los profetas".

Jerónimo: "Horadaron mis manos y mis pies"; [Sal 22:16] y en otro lugar, "Como oveja es llevado al matadero"; y, "Por las iniquidades de mi pueblo fue llevado a la muerte". [Isaías 53:7-8]

Remig.: Porque como todos los Profetas habían predicho la Pasión de Cristo, no cita ningún lugar en particular, sino que dice en general que las profecías de todos los Profetas se estaban cumpliendo.

Cris.: Los discípulos que se habían quedado cuando el Señor fue apresado, huyeron cuando dijo estas cosas a la multitud: "Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron"; porque entonces entendieron que no podía escapar, sino que se entregó voluntariamente.

Remig.: En este acto se muestra la fragilidad de los Apóstoles; en el primer ardor de su fe habían prometido morir con Él, pero en su temor olvidaron su promesa y huyeron. Lo mismo podemos ver en aquellos que se comprometen a hacer grandes cosas por amor de Dios, pero dejan de cumplir lo que se comprometen; no deben desesperarse, sino resucitar con los Apóstoles, y recuperarse por medio de la penitencia.

Raban.: Místicamente, como Pedro, que con lágrimas lavó el pecado de su negación, figura la recuperación de los que caen en el tiempo del martirio; así la huida de los otros discípulos sugiere la precaución de huir a los que se sienten incapaces de soportar los tormentos.

Agosto, de Cons. Ev., iii, 6: "Los que habían prendido a Jesús lo llevaron ante Caifás, el Sumo Sacerdote". Pero primero fue llevado a Anás, suegro de Caifás, como relata Juan. Y fue llevado atado, estando con aquella multitud un tribuno y una cohorte, como también registra Juan. [Juan 18:12]

Jerónimo: Pero Josefo escribe [ed. nota: "Josefo (Ant. xviii. 3 y 4) menciona dos veces a este Caifás como el sucesor de Simón, hijo de Camites, pero no encontramos que haya comprado el Sumo Sacerdocio de Herodes". Vallarsi.], que este Caifás había comprado el sacerdocio de un solo año, no obstante que Moisés, por mandato de Dios, había mandado que los Sumos Sacerdotes sucedieran hereditariamente, y que en los Sacerdotes también se siguiera la sucesión por nacimiento. No es de extrañar entonces que un Sumo Sacerdote injusto juzgue injustamente.

Raban.: Y la acción conviene a su nombre; Caifás, es decir, 'conspirar' o 'político', para ejecutar su villanía; o 'vomitando de su boca', debido a su audacia al decir una mentira y provocar el asesinato. Llevaron allí a Jesús, para que pudieran hacer todo prudentemente; como sigue: "Donde estaban reunidos los escribas y los ancianos".

Orígenes: Donde está el Sumo Sacerdote Caifás, están reunidos los Escribas, es decir, los hombres de la letra [marg. nota: literatos], que presiden la letra que mata; y Ancianos, no en la verdad, sino en la obsoleta antigüedad de la letra.

De ello se deduce: "Pedro lo siguió de lejos", ni se mantuvo cerca de Él, ni lo dejó del todo, sino que "lo siguió de lejos".

Cris.: Grande fue el celo de Pedro, que no huyó cuando vio volar a los otros, sino que se quedó y entró. Porque aunque Juan también entraba, sin embargo, era conocido por el Sumo Sacerdote. Él "lo siguió de lejos", porque estaba a punto de negar a su Señor.

Remig.: Si se hubiera mantenido cerca del costado de su Señor, nunca podría haberlo negado. Esto también muestra que Pedro debe seguir la Pasión de su Señor, es decir, imitarla.

Agosto, Cuest. Ev., i, 46: Y también que la Iglesia siga, es decir, imite, la Pasión del Señor, pero con gran diferencia. Porque la Iglesia sufre por sí misma, pero Cristo por la Iglesia.

Jerónimo: Entró, o por apego de discípulo, o por curiosidad natural, buscando saber qué sentencia dictaría el Sumo Sacerdote, si la muerte o la flagelación.

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