De noche en mi lecho busqué al que ama mi alma: lo busqué, y no lo encontré. Me levantaré ahora, y recorreré la ciudad por las calles, y por las plazas buscaré al que ama mi alma: lo busqué, y no lo hallé. Me hallaron los centinelas que rondan la ciudad; a los cuales dije: ¿Has visto al que ama mi alma? Poco tiempo pasé de ellos, pero encontré al que amaba mi alma; lo sostuve y no lo dejé ir, hasta que lo llevé a la casa de mi madre, y al aposento de la que me concibió. .

Os mando, oh hijas de Jerusalén, por las gacelas y por las ciervas del campo, que no despertéis, ni despiertéis mi amor, hasta que él quiera. ¿Quién es ésta que sube del desierto como columnas de humo, perfumada con mirra e incienso, y con los polvos del mercader? He aquí su lecho, el cual es de Salomón; son tres ( Cantares de los Cantares 3:1-7 )

Y ese sería el carro nupcial que hizo, el lecho nupcial. "He aquí su lecho, que es el de Salomón; allí están,"

sesenta hombres valientes alrededor, los hombres valientes de Israel. Todos ellos empuñan sus espadas, siendo diestros en la guerra; y cada uno tiene su espada sobre su muslo a causa del temor de la noche. El rey Salomón se hizo un carro de madera del Líbano. Hizo sus columnas de plata, su base de oro, su cubierta de púrpura, y en medio de ella pavimentada con amor, para las hijas de Jerusalén.

Salid, oh hijas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre en el día de sus desposorios, y en el día del gozo de su corazón ( Cantares de los Cantares 3:7-11 ). "

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