Sal 64:1-10, otro salmo de David.

Oye mi voz, oh Dios, en mi oración: preserva mi vida del temor del enemigo ( Salmo 64:1 ).

Ya sabes, el miedo es una cosa horrible. Y el miedo en realidad puede apoderarse de la vida de una persona y ser una fuerza muy debilitante dentro de la vida de una persona. "Presérvame del miedo".

Escóndeme del consejo secreto de los impíos; de la insurrección de los obradores de iniquidad: que afilan su lengua como espada, y entesan su arco para arrojar sus saetas, aun sus amargas palabras ( Salmo 64:2-3 ):

Y así, aquí David ahora representa a sus enemigos mientras andan hablando de él, afilan sus lenguas para cortarlo en pedazos con sus bocas, y toman sus arcos y disparan las palabras amargas contra él.

Para que disparen en secreto contra el perfecto: de repente le disparan, y no temen. Se animan a sí mismos en un asunto malo: y murmuran de tender sus trampas en privado; dicen, ¿quién los va a ver? y buscan las iniquidades; realizan una búsqueda diligente: tanto el pensamiento interior de cada uno de ellos, como el corazón, es profundo. Pero Dios les disparará con una flecha; de repente serán heridos.

Y así harán que su propia lengua caiga sobre sí mismos: todo lo que vea huirá. Y todos los hombres temerán, y proclamarán la obra de Dios; porque sabiamente considerarán sus obras. El justo se alegrará en Jehová, y en él confiará; y todos los rectos de corazón se gloriarán ( Salmo 64:4-10 ).

Entonces, una oración de David para la preservación de sus enemigos, para la protección. Los que buscaban destruirlo con sus palabras. "Oh Dios, vuelve sus maquinaciones contra ellos. Sé mi defensa. Todos los que confían en el Señor y todos los rectos de corazón se gloriarán". "

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