El siguiente comentario cubre los Capítulos 22 al 27.

Desde este capítulo hasta los versículos 28, 29 del capítulo 26 todo se refiere a la casa que se va a construir. Vemos la provisión que hizo David de todo lo necesario para su construcción, el orden del servicio de los levitas que estaban designados para el canto, de los porteros de entre ellos, de los sacerdotes en sus clases, todo ordenado y arreglado por David. Cuán completamente todo dependía del rey se muestra especialmente en esto, sin ninguna interrupción distintiva, los otros nombramientos reales de su casa, su administración, sus oficiales y guardia, se introducen continuamente; finalmente, el jefe entre la gente, cuyo número se menciona.

En cuanto a la cuenta del pueblo, no se había terminado a causa de la ira de Dios. Lo interesante aquí es que todo está ordenado y arreglado por David, incluso para las puertas de la casa que aún no estaba construida. Así, en Cristo, todo está dispuesto antes de que se manifieste en gloria. Vemos también que David siempre lo tenía en el corazón, y qué inmensos preparativos había hecho. Porque cualquiera que sea la guerra, la gloria de Dios en paz entre Su pueblo está siempre en el corazón que está al unísono con el Espíritu de Cristo, en el corazón de Cristo mismo.

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