El versículo 18 [del capítulo 16] ( Deuteronomio 16:18 ) comienza un nuevo tema: los esfuerzos realizados y los instrumentos utilizados para preservar la bendición y ejecutar los juicios necesarios a tal efecto. El pensamiento es todavía mantener a la gente en relación con Dios solamente. Debían nombrar jueces y oficiales en sus puertas.

Todo lo que conducía a la idolatría estaba prohibido; el que los indujera a ello sería apedreado (cap. 17). Si el asunto era demasiado difícil, debían acudir a los sacerdotes y los jueces, y el pueblo debía acatar su juicio.

Se anticipa el caso del pueblo que desea un rey; y se les dice que él debe ser del pueblo, y no actuar como para abrir el camino para el intercambio con Egipto, ni como para llevar al pueblo a la idolatría; sino que escriba de su mano una copia del libro de la ley, y lea en él todos los días de su vida, estando sujeto a él, para no menospreciar a sus hermanos.

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