Introducción a Habacuc

¡Cuán diverso y perfecto es el desarrollo de los caminos de Dios en Su palabra! No sólo contiene los grandes acontecimientos que establecen la realidad de Su gobierno, y el carácter de ese gobierno, no sólo las pruebas de Su fidelidad a Su pueblo, y Su estimación del mal que condujo al juicio, sino también Su respuesta a todo sentimiento causado por la serie de hechos con que los castigó, el alivio que da a la angustia que debe sentir el que es fiel, a causa de la aflicción del pueblo amado de Dios, junto con el provechoso ejercicio de su fe .

Los caminos perfectos de Dios se despliegan por un lado, y por el otro se forma el corazón para la inteligencia de esos caminos, y para el disfrute del pleno efecto de la fidelidad del Dios de amor; mientras que, durante la espera de este efecto, se establece la confianza en Dios mismo y se fortalecen abundantemente los lazos del corazón con Dios.

Es de la última parte, el desarrollo de la fe y de los afectos espirituales en medio de la prueba, de lo que habla Habacuc en su profecía. Habla del ejercicio del corazón de quien, lleno del Espíritu, se une al pueblo de Dios. Aun así, es Israel el que se presenta ante nosotros.

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