Una prole numerosa es claramente don de Dios: dichoso el hombre que tiene su aljaba llena de ellos ( Salmo 128 ). Se declara que las bendiciones de las que se habla son la porción de todo el que teme a Jehová. Es bendición temporal presente bendiciones de Sion; y, el deseo del corazón de los piadosos, Jerusalén en prosperidad todos sus días. Aunque el objeto directo sea el remanente, el gentil piadoso, temeroso de Jehová, reconociendo al Dios de Israel, disfrutaría, como principio, la bendición y se regocijaría con su pueblo.

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