Salmo 87:1-7

1 A los hijos de Coré. Salmo. Cántico. Su cimiento está sobre montes de santidad;

2 el SEÑOR ama las puertas de Sion más que a todas las moradas de Jacob.

3 ¡Cosas gloriosas se cuentan de ti, oh ciudad de Dios! Selah

4 “Yo inscribiré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen. He aquí Filistea, Tiro y Etiopía. Se dirá: “Este nació allí”.

5 De Sion se dirá: “Este y aquel han nacido en ella”. El mismo Altísimo le dará estabilidad.

6 El SEÑOR dirá, al inscribir a los pueblos: Selah

7 Y tanto los que cantan como los que danzan dirán: “¡Todas mis fuentes están en ti!”.

Salmo 87 ve a Sion como fundada por Dios, una ciudad que tiene fundamentos. Los hombres tenían ciudades y se jactaban de ellas; pero Dios tenía una ciudad que fundó en los montes santos. Incluso aquí no fue José o la riqueza de la naturaleza; Dios era sus riquezas, su lugar los santos montes, lo consagrado a Él mismo. En el poder del Espíritu, los piadosos no se avergüenzan de él (se hablan cosas gloriosas de él), no, no en presencia de todos los lugares de gloria de la tierra.

Egipto y Babilonia en vano se jactaron; Filistea, Tiro y Etiopía, que habían tenido su día. Los piadosos podían hablar de ellos sin temor a la comparación. Fue considerado el lugar de nacimiento del hombre de Dios; el lugar de nacimiento de los amados de Jehová. El Altísimo la estableció. Cuando Jehová hizo el registro del pueblo, consideró a este hombre como nacido allí. Allí se halló gozo y celebración de su alabanza, y todas las fuentes frescas de Jehová.

Tengo pocas dudas de que "este hombre" se refiere a Cristo. Zion se jacta de sus héroes. La palabra traducida como "hombre" ( Salmo 87:5 ), se refiere a los grandes hombres, no a los pobres y miserables. Son los hijos de los que una vez fueron desolados (comparar Isaías 49:21-22 ).

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