14. Estas son las cabezas. El objetivo de Moisés aquí es testificar a todas las edades el origen de su raza, para que nadie pueda dudar de que, en la salida libre de la gente, se cumplió la promesa dada a Abraham. Porque si los israelitas hubieran salido bajo cualquier otro líder, podría haber habido alguna pregunta sobre el autor principal de la misma; ahora, dado que Moisés fue elegido de esa familia, y de la posteridad de Abraham, parece más que todo el asunto se llevó a cabo bajo la guía de Dios. Pero aunque enumera no solo la tribu de Leví, sino que comienza con Rubén el primogénito, y luego se une a Simeón, aún se ve fácilmente que se refiere especialmente a la tribu de Leví; sin embargo, debido a que las familias de Rubén y Simeón llegaron primero en orden, él procede de ellas al tercero. Sin embargo, no cuenta a los demás en la actualidad, porque una oportunidad más favorable ocurriría a partir de ahora. Este, entonces, es el punto a ser observado, que el ministro de su liberación, por cuya mano Dios ratificaría la verdad de Su promesa, fue elegido de la raza de Abraham. Y ciertamente vemos cómo Satanás en oposición ha oscurecido, a través de escritores profanos, esta historia memorable con muchas fábulas, y especialmente cuando intenta astutamente enterrar a la raza de Abraham. Moisés, por sabiduría divina, anticipa esta sutileza, mencionando a los jefes de las familias por su nombre, para que no haya ninguna oscuridad sobre el origen de la nación.

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