15. Y Abram llamó a su hijo con el nombre que había sido mandado dar a Agar, pero Moisés sigue el orden de la naturaleza; porque los padres, mediante la imposición del nombre, declaran el poder que tienen sobre sus hijos. Podemos fácilmente inferir que Hagar, al regresar a casa, relató los eventos que habían ocurrido. Por lo tanto, Abram se muestra obediente y agradecido a Dios: porque da a su hijo el nombre según el mandato del ángel y celebra la bondad de Dios por haber escuchado las miserias de Agar.

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