16. Y los hombres se levantaron de allí. Moisés vuelve a llamar a esos hombres, a quienes había declarado abiertamente ángeles. Pero él les da el nombre de la forma que habían asumido. Sin embargo, no debemos suponer que estaban rodeados de cuerpos humanos, de la misma manera en que Cristo se vistió en nuestra naturaleza, junto con nuestra carne; pero Dios los invirtió con cuerpos temporales, en los cuales podrían ser visibles para Abraham, y podrían hablar familiarmente con él. Se dice que Abraham los trajo en el camino; no por el desempeño de un oficio de humanidad, como cuando los había recibido al principio, sino para rendir el debido honor a los ángeles. Porque frívola es la opinión de algunos que imaginan que se creía que eran profetas, que habían sido desterrados, a causa de la palabra. Sabía bien que eran ángeles, ya que pronto veremos más claramente. Pero él sigue a aquellos en el camino, a quienes no se atrevió a detener.

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