Y los hombres se levantaron de allí y miraron hacia Sodoma; y Abraham fue con ellos para llevarlos por el camino. El levantamiento del Señor y Sus dos compañeros y su mirada en dirección a Sodoma fue una señal para Abraham de que su misión en su casa se había cumplido, por lo que, como anfitrión atento, los acompañó durante cierta distancia.

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