4. Pero Abimelec no se le acercó. Aunque Abraham privó a su esposa de sí mismo, el Señor intervino a tiempo para preservarla sin daño. Cuando Moisés relata anteriormente que fue llevada por el faraón, no dice si su castidad fue asaltada o no; pero dado que el Señor se declaró en ese momento también como el vengador de ella, a quien ahora salvó del deshonor, no debemos dudar de que su integridad fue preservada en ambas ocasiones. Porque, ¿por qué ahora le prohibió al rey de Gerar tocarla, si antes le había permitido ser corrompida en Egipto? Sin embargo, vemos que cuando el Señor retrasa su ayuda al punto de no extender su mano hacia los fieles hasta que están en peligro extremo, muestra de manera más clara cuán admirable es su Providencia.

¿Matarás también a una nación justa? La explicación dada por algunos, de que Abimelec aquí se compara con los hombres de Sodoma, es quizás demasiado refinada. El siguiente significado me parece más sencillo: 'Oh Señor, aunque castigas severamente el adulterio, ¿derramarás tu ira sobre hombres inocentes, que han caído en el error en lugar de pecar consciente y voluntariamente?' Además, Abimelec parece exculparse, como si estuviera completamente libre de culpa; sin embargo, el Señor admite y aprueba su excusa. Sin embargo, debemos observar de qué manera y en qué medida se jacta de que su corazón y sus manos están libres de culpa. Porque no se atribuye una pureza completamente intachable; sino que niega que fue llevado por la lujuria, ya sea de manera tiránica o intencionada, a abusar de la esposa de otro hombre. Sabemos cuán grande es la diferencia entre un crimen y un error (429) Así, Abimelec no se exime de todo tipo de acusación, sino que solo muestra que no había sido consciente de maldad tal como para requerir este severo castigo. La "sencillez de corazón" de la que habla no es más que esa ignorancia que se opone a la conciencia de culpa; y "la rectitud de sus manos" no es otra cosa que ese autocontrol por el cual los hombres se abstienen de la fuerza y los actos de injusticia. Además, la interrogante que utilizó Abimelec procedió de un sentimiento común de religión. Porque la naturaleza misma dicta que Dios mantiene una justa discriminación al infligir castigos.

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