8. Pero Débora, la nodriza de Rebeca, murió. Aquí se inserta una breve narración sobre la muerte de Débora, a quien podemos concluir que fue una santa matrona y a quien la familia de Jacob veneraba como una madre; pues el nombre dado en perpetuidad al lugar testifica que fue enterrada con un honor especial y con un duelo no común. Poco después se relatará la muerte y el entierro de Raquel; sin embargo, Moisés no dice que se transmitiera a la posteridad ninguna señal de luto por Débora, (124) Por lo tanto, es probable que la consideraran a Débora como una especie de abuela en ese lugar. Pero puede preguntarse cómo terminó estando en compañía de Jacob, ya que aún no había llegado a su padre y su avanzada edad como mujer anciana la hacía inapropiada para un viaje tan largo. (125) Algunos intérpretes imaginan que había sido enviada por Rebeca para encontrarse con su hijo Jacob; sin embargo, no veo ninguna probabilidad en esa conjetura, y tampoco tengo algo seguro para afirmar, excepto que quizás había querido a Jacob desde pequeño, ya que lo había cuidado, y cuando supo la razón de su exilio, lo siguió por su apego a la religión. Ciertamente, Moisés no celebra en vano su muerte con un elogio tan notable.

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