30. Pero me acostaré con mis padres (188) Parece de este pasaje, que la palabra "dormir", siempre que se ponga para "morir", no se refiere al alma, sino al cuerpo. Porque, ¿qué le preocupaba, ser enterrado con sus padres en la doble cueva, (189) a menos que testifique que estaba asociado con ellos después de la muerte? Y por qué vínculo estaban él y ellos se unieron, excepto esto, que ni la muerte misma podía extinguir el poder de su fe; que parecería pronunciar esta voz desde el mismo sepulcro, ahora también tenemos una herencia común.

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