20. Y en la medida en que no exista un juramento, etc. Aquí hay otro argumento, por qué la Ley debe dar lugar al Evangelio; porque Dios ha puesto el sacerdocio de Cristo por encima del de Aarón, ya que en honor al primero estaba complacido de hacer un juramento. Porque cuando nombró a los antiguos sacerdotes, no hizo ningún juramento; pero se dice de Cristo, el Señor juró; que sin duda se hizo por honrarlo. Vemos el final por el cual él cita nuevamente al Salmista, incluso para que sepamos, que se le dio más honor mediante el juramento de Dios a Cristo que a cualquier otro. Pero debemos tener en cuenta esta verdad, que un sacerdote está hecho para que él sea la garantía de un pacto. Por lo tanto, el Apóstol concluye que el pacto que Dios ha hecho por Cristo con nosotros es mucho más excelente que el antiguo pacto del cual Moisés fue el intérprete.

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