11. Extendió su mano sobre el mar. Se cree que la predicción que pronunció el Profeta sobre la destrucción de Tiro se confirma aquí con ejemplos; a saber, que el Señor ha dado tantos ejemplos de su poder para derrocar a los grandes reinos, que no deberíamos pensar que es extraño si ahora derriba a Tiro, por próspero y rico que sea. Y, de hecho, esta forma de hablar se emplea con frecuencia en las Escrituras, si no se aclara con ejemplos manifiestos y con demostraciones reales. Por lo tanto, se cree que el Profeta aquí llama a recordar la liberación de Egipto, cuando el Señor dividió el mar, (Éxodo 14:21) y nuevamente, cuando expulsó a siete reyes y llevó a su pueblo al tierra de canaan. (Josué 6:1.) Pero cuando considero más de cerca las palabras del Profeta, estoy más dispuesto a explicar que se refieren al estado actual de las cosas; porque él habla aquí de Tiro, cuyas riquezas cubrieron todo el mar.

Sacudió los reinos. Lo que él dice sobre los reinos es, porque ella no podría perecer sola, sino que al mismo tiempo debe involucrar a muchos reinos en su ruina. Así, el mundo entero debe haber sufrido algún cambio, como parece de la historia; y finalmente, el Profeta mismo llega a la conclusión de que el Señor ordenó que este mercado de naciones fuera derrocado.

Jehová ha mandado acerca de Canaán. (111) La palabra כנען (chĕnāăn) ha llevado a los comentaristas a pensar que el Profeta aquí habla de los cananeos, y se refiere a los prueba que Dios dio de su venganza contra ellos. Pero hay poca fuerza en ese argumento; para כנען (chĕnāăn) a menudo se toma como un nombre común, así como, un poco antes, (Isaías 23:8,) usó la palabra כנעניה (chinyāneihā) significa sus factores. Las riquezas de Tiro consistían en mercadería y comercio, Isaías lo describió nombrando la parte principal. Por la expresión, ha dado el mandamiento, ensalza la providencia de Dios, para que los judíos sepan que todo lo que parece ser permanente en el mundo permanece y cae de acuerdo con la voluntad de Dios, y que no hay necesidad de los instrumentos de guerra por derribar el mejor lugar fortificado, pero la mera expresión de la voluntad de Dios es suficiente.

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