8. Para todas las mesas están llenas de vómitos. Él persigue la misma metáfora y dibuja, por así decirlo, una imagen de lo que generalmente les sucede a los hombres que se entregan a la embriaguez; porque olvidan la vergüenza, y no solo se degradan a sí mismos como bestias, sino que se reducen de nada que sea vergonzoso. Ciertamente es una vista fea y repugnante ver "mesas cubiertas de vómitos"; y, en consecuencia, bajo esta figura, Isaías describe la vida entera de la gente como vergonzosa más allá de la resistencia. No puede haber ninguna duda de que el Profeta tenía la intención de expresar con una sola palabra, que no quedaba sinceridad ni rectitud entre los judíos. Si nos acercamos a sus mesas, no podemos encontrar nada más que embriaguez desagradable; Si miramos su vida, ninguna parte de ella es pura o libre de crímenes y enormidades. La doctrina misma es tan corrupta que apesta como si estuviera contaminada por vómitos y suciedad. Al exponer alegorías, no tengo intención de entrar, como hacen algunos, en ingeniosas disquisiciones.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad