31. Y Moisés dijo a Aarón y sus hijos: Hervir la carne. Esta es la regla universal, como hemos visto en otros lugares. (411) Una cosa solo es especial, que Dios los mantuvo en el tabernáculo siete días, para que puedan aprender a subordinar todas sus preocupaciones domésticas y asuntos mundanos a sus deberes sagrados Se ha dicho en otra parte, también, (412) que la perfección se denota por el número siete, que este pasaje confirma, porque durante los siete días se les recordó que ya no eran sus propios amos por el resto de su vida.

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