12. Cuando eran muy pocos en número El profeta aquí relata los beneficios que Dios había conferido a los santos padres desde el comienzo, para manifestar eso incluso mucho antes La liberación de Egipto, el pacto no fue ineficaz. El gran objetivo que se busca en este recital es mostrar que desde que Dios tomó a Abraham bajo su protección, lo apreciaba de una manera maravillosa, y también que su amor y cuidado paternos se demostraron en mantener y defender a los otros dos patriarcas. Cuando se dice que eran muy pocos en número, el poder de Dios por esta circunstancia no solo se magnifica, sino que también se señala la causa por la que fue tan benéfico con ellos. Entonces, en primer lugar, debemos prestar atención a esto, para que el profeta, para que los judíos no se arroguen nada, declare expresamente que sus padres habían experimentado el favor divino, incluso cuando eran débiles y despreciados, vagando de un lugar a otro. lugar, en todos los aspectos, pobre y miserable según la carne. Así también Moisés les reprocha,

“El Señor no puso su amor sobre ti, ni te eligió, porque eras más en número que cualquier otra persona; porque eras la menor de todas las personas; sino porque el Señor te amaba ". Deuteronomio 7:7,

En resumen, en la elección de esta gente, no se tuvo en cuenta ni el número ni la excelencia. Solo estaba la casa de Abraham, y aun así era estéril. Isaac se vio obligado a desterrar a una distancia de él a uno de sus dos hijos, y vio al otro separado de su familia. La casa de Jacob fue de hecho más fructífera, pero no obstante fue de poca condición. Además, no solo eran ignorables y despreciados cuando residían en una tierra extraña, sino que el hambre y la falta de otras cosas también los obligaban con frecuencia a ir de un lugar a otro. Teniendo en cuenta todas estas cosas, la consideración del valor humano cae al suelo, y se ve claramente, que todas las bendiciones que Dios les había otorgado no fluían de otra fuente que su propio amor libre. Y la causa de este amor no debe buscarse por sí mismo. Si el Espíritu Santo es tan cuidadoso al magnificar la gracia de Dios en estas bendiciones terrenales, ¡cuánto más debe observar esta regla, cuando el tema del que habla es la herencia celestial! Cuando se dice que caminaron de una nación a otra, esto da una idea más clara de cuán maravillosamente se mostró la protección divina al preservarlos. Si hubieran encontrado algún nido tranquilo en el que descansar, tal consuelo habría sido un signo notable de la bondad divina; pero cuando estaban exiliados en diversos países, y fueron conducidos de un lugar a otro con amargo desprecio, como la paja es arrastrada por el viento, la tutela que Dios ejerció sobre ellos brilló mucho más notablemente. Como su vida en todas partes dependía solo de un hilo, y el cambio de su lugar de residencia los exponía de vez en cuando a nuevas heridas, es evidente que fue solo el poder divino el que los mantuvo a salvo.

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