5 Pero me entregué a la oración (297) Algunos opinan que estas palabras refiérase a la oración de David por sus enemigos en el mismo momento en que lo estaban asaltando furiosamente, y con esta opinión corresponde lo que hemos dicho en Salmo 35:13. Pero la interpretación más clara y, para mí, preferible, es que cuando fue atacado de una manera cruel y hostil, no se lanzó a medios tan ilegales como la entrega del mal por el mal, sino que se comprometió en el mano de Dios, completamente satisfecho de que solo él podría protegerlo de todo mal. Y sin duda es un logro grandioso y deseable para un hombre, así que refrenar sus pasiones tan directa e inmediatamente como hacer su apelación ante el tribunal de Dios, en el mismo momento en que se abusa de él sin causa, y cuando las mismas heridas que sufre son calculado para excitarlo para vengarlos. Porque hay algunas personas que, si bien su objetivo es vivir en términos de amistad con los buenos, entrando en contacto con hombres enfermos, imaginan que están en perfecta libertad para devolver una lesión por una lesión; y ante esta tentación, todos los piadosos sienten que son responsables. Sin embargo, el Espíritu Santo nos restringe, de modo que, aunque a veces provocado por la crueldad de nuestros enemigos para buscar venganza, abandonamos todos los medios fraudulentos y violentos, y nos engañamos orando solo a Dios. Con este ejemplo, que David nos presenta aquí, se nos instruye que debemos recurrir a los mismos medios si deseamos vencer a nuestros enemigos a través del poder y la protección de Dios. En Salmo 69:13, tenemos un pasaje paralelo: "Los que se sientan en la puerta hablaron contra mí; y yo era la canción de quienes beben bebidas fuertes. ¡Pero mi oración fue hecha para ti, oh Jehová! En ese pasaje, así como en el que se está revisando, el modo de expresión es elíptico. Además, es el diseño de David en estas palabras para informarnos, que aunque él era consciente de que todo el mundo se oponía a él, sin embargo, podía arrojar todas sus preocupaciones sobre Dios, y esto fue suficiente para tranquilizar y componer su mente. . Y como el Espíritu Santo le enseñó a David y a todos los piadosos a ofrecer oraciones como estas, debe seguirse que aquellos que, a este respecto, los imiten, serán prontamente ayudados por Dios cuando los vea con reproche y vil persecución.

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